sábado, 10 de abril de 2010

Desafíos de las empresas frente a la población laboral que envejece


El aumento en la expectativa de vida implica nuevos retos para gobiernos como y empleadores, los cuales tienen que ver, según la compañía Mercer, con el tema de pensiones y asistencia en salud.

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Mientras que los beneficios para las personas cerca de la jubilación pueden permanecer sin cambios, el nivel de beneficios para aquellos que se demorarán en pensionarse deben examinarse para satisfacer las demandas de un mundo que envejece.
"El reto es muy grande: tener un sistema pensional sostenible en el tiempo. ElGobierno, de hecho, tiene un déficit en ese tema del 130 por ciento del PIB. Los fondos de pensiones están para pensar en el futuro, no para especular, pero hay que asegurar el sistema", comenta Maurico Rubio de Mercer Colombia.
De ahí el planteamiento que hace este empresa especializada en recursos humanos para que los empleadores se involucren en la educación de sus empleados en planes de ahorro y formación financiera para unba mejor toma de dicisiones sobre sus planes de inversión y de retiro.
"Se debe promover la cultura del largo plazo. Nuestro sistema de pensiones es de medios, no de resultados, y la gente debe aprender e involucrarse en el manejo de su futura pensión", agrega Rubio.

Los empleadores, los proveedores y los gobiernos tendrán que trabajar conjuntamente en nuevas formas de enfrentar el desafío del envejecimiento de la población. En particular, el enorme desafío que enfrentamos en cuanto a la financiación de las pensiones y la atención de salud durante el envejecimiento, y esto debe hacer desde las primeras etapas de la vida y no sólo cerca de o en edad de jubilación.

Un informe de las Naciones Unidas del 2007 indica que en el 2050, el número de personas mayores de 60 años -en los países desarrollados- habrá aumentado de 21 por ciento a 32 por ciento. En los países menos desarrollados ese cambio será de 8 por ciento a 20 por ciento.
Vivir más años le ha planteado inmuerables retos sociales y económicos a las naciones, pues esta población de adultos mayores implica una serie de demandas en tantos campos, que hasta ahora se están adecuando y diseñando los procesos para atenderlas.
Pero este reto, que toca a muchos sectores, también lo tienen que revisar las empresas. Los planes de recursos humanos de las compañías deben ser revisadoss y rediseñados pensando en una población que trabajará -si no la rechazan- más allá de los 60 años.
Esto implica ahorros importantes en materia de pesiones, exigencias nuevas en el sector de seguros y adecuaciones en el plano de la salud.
Hay muchas multinaciones en ese ejercicio. Según Mauricio Rubio, market leader y director ejecutivo de Mercer en Colombia, empresas como BMW ya están diseñando las adecuaciones de sus grandes plantas para cuando sus actuales empleados de 40 y 50 años tengan 60 y 70 años de edad.
De hecho, en el Foro Económico Mundial de América Latina que se acaba de realizar en Cartagena, el tema del envejecimiento de la población fue tratado en las mesas sobre demografía. Y el tema de la seguridad social -como pensiones y salud- fue abordado. Para Mercer, es un tema en el que gobiernos y empresas deben trabajar conjuntamente.
"La proporción de personas mayores a la población en edad de trabajar aumentará considerablemente en los próximos años en muchas partes del mundo. Con una fuerza laboral en declive, un envejecimiento de la población y la potencial atención de la salud y los costos de pensión de beneficios, los empresarios juegan un papel crítico en la política pública y el tratamiento de estas preocupaciones", dijo M. Michele Burns, presidente y consejero delegado de Mercer, en el Foro.
Los gobiernos, según Mercer, establecen las reglas dentro de las cuales los empleadores deben operar, como lo acaba de hacer Obama con la reforma a la salud en Estados Unidos, pero al tiempo deben crear el entorno ambiental para ello. Si el diálogo entre los gobiernos y los empleadores se basa únicamente en una ecuación sobre el costo y la adecuación de las prestaciones, este bien puede convertirse en confrontación. "Como alternativa, se puede crear un diálogo constructivo de ganar-ganar para que los empleadores creen escenarios, alentados o en concertación con los gobiernos, para emprender iniciativas como la promoción del trabajo para las personas mayores, brindando educación financiera, mejorando los procesos para el ahorro y promoviendo la prevención de la salud", dijo el directivo.
Del mismo modo, los empleadores pueden desempeñar un papel constructivo, con las empresas de servicios financieros y proveedores de salud, para crear planes adecuados a las realidades que plantea el futuro.